Segunda Guerra Mundial
Mayo de 1942
LA BATALLA DEL MAR DEL CORAL
En la primavera los japoneses, gracias a los fulminantes éxitos conseguidos en el transcurso de los primeros meses de la guerra, se preparaban para extender su dominio sobre el mas del Coral, con la ocupación de Port Moresby, en  Nueva Guinea, a fin de aislar a Australia  y abrirse camino para ulteriores avances en el Pacífico. La batalla que se desarrolló en dicho mar fue la primera en la que se combatió exclusivamente con fuerzas aéreas, sin que los buques adversarios se pusieran en contacto ni se avistasen. El encuentro, que no permitió a los japoneses alcanzar su objetivo previsto, señaló la detención de su avance.

En 1942, al comienzo de la primavera, el indiscutible éxito alcanzado por los japoneses en la realización de sus iniciales planes de guerra creó una serie de problemas a los responsables de la estrategia naval nipona, suscitando una larga y encarnizada controversia en las altas esferas de la Marina de Guerra.

Hasta el día 1 de mayo de 1942, la conquista de las Filipinas, Birmania, Malasia e Indias holandesas tan sólo había costado a los japoneses la pérdida de 23 buques de guerra, ninguno de ellos de categoría superior a la de destructor, y de 67 buques mercantes dedicados al transporte de tropas y de abastecimientos: en total menos de 350.000 toneladas. Alentados por esta serie de fáciles y fulminantes victorias, los estrategas nipones ensancharon el radio defensivo, establecido desde un principio, sin consolidar antes sus posiciones en la «gran Asia oriental».

El tema de la controversia se refería a la dirección en laque, a partir de entonces, debería orientarse la expansión del Japón. El Estado Mayor de la Marina, con el almirante Nagano al frente, propugnaba un avance hacia occidente, contra la India y Ceilán; o bien en dirección Sur, hacia Australia. En cambio, el almirante Yamamoto y el Estado Mayor de la Flota combinada objetaban que una lucha muy prolongada sería fatal para los intereses japoneses y aseguraban que, si se quería garantizar el dominio del Pacífico, el objetivo primordial debería ser la destrucción de los portaaviones norteamericanos que operaban en aquel sector. Para lograr este fin solicitaban operaciones preliminares contra las islas Midway, Johnston y Palmira, puesto que las consideraban bases necesarias para un ataque contra las Hawai. Con la presencia de la Flota combinada japonesa en aguas hawaianas, la Flota estadounidense se vería forzada a entablar batalla decisiva, y los japoneses confiaban en destruirla antes de que los Aliados consiguiesen hacer sentir la superioridad de sus recursos.

Por su parte, el Ejército japonés, con sus miras dirigidas al Asia continental y a la Unión Soviética, se mostraba reacio a utilizar los numerosos efectivos requeridos por los planes del Estado Mayor naval, por lo que éste se vio en la precisión de elaborar uno nuevo, y más limitado, encaminado al aislamiento de Australia. Para conseguir este fin, las fuerzas japonesas deberían avanzar desde Rabaul y Truk hacia Nueva Guinea oriental y más al Sur, incluso más allá de las Salomón y de las Nuevas Hébridas, hacia Nueva Caledonia, las Fidji y Samoa.

En teoría, la formulación de los planes estratégicos japoneses correspondía al Estado Mayor del Ejército y al de la Marina en un trabajo coordinado. En la práctica, sin embargo, la habilidad de la Flota combinada se había dejado sentir muchísimo sobre la estrategia naval, sobre todo en la actitud de Yamamoto en la operación de Pearl Harbor. Y los acontecimientos que siguieron habían reforzado su ascendiente.

Mientras continuaban las discusiones sobre la estrategia, el plan modificado por el Estado Mayor de la Marina comenzó a ponerse en práctica a principios de marzo, con la ocupación de Lae y de Salamaua. En abril estaban en curso los preparativos para la ocupación de Port Moresby y Tulagi. El 18 del mismo mes, la incursión de Doolittle sobre Tokio, lanzada desde los portaaviones Enterprise y Hornet, reforzó inevitablemente la posición de Yamamoto, y la oposición del Estado Mayor de la Marina se desvaneció frente a su probada incapacidad de salvaguardar a la capital nipona de los ataques aéreos. El 5 de mayo el almirante Nagano, actuando en nombre del Mikado, transmitió la «Directiva n° 18» del Mando Supremo Imperial de la Marina, que ordenaba a Yamamoto «ocupar Midway y los puntos clases de las Aleutianas occidentales en colaboración con las fuerzas de tierra». La operación se realizaría a primeros de junio. inicio 

Aunque, como consecuencia de la decisión de Nagano, los planes del Estado Mayor de la Marina fueron pospuestos, la acción contra Port Moresby-Tulagi estaba ya en una fase demasiado avanzada para poderse revocar; de modo que los japoneses se encontraron ante la necesidad de organizar dos planes estratégicos opuestos que impondrían una gran dispersión de sus Fuerzas Armadas. La operación contra Port Moresby, proyectada para el mes de marzo, se tuvo que aplazar para primeros de mayo a causa de la presencia de portaaviones americanos en el Pacífico sudoccidental, de modo que la 51 Sección naval de portaaviones de la Escuadra de Nagumo, que entonces regresaba al Japón después de haber concluido las operaciones en el océano índico, pudiera emplearse para reforzar la 4ª. Escuadra en Truk y en Rabaul. La citada 5ª. Sección naval, al mando del contraalmirante Chuichi Hara, comprendía los poderosos portaaviones Shokaku y Zuikaku. También se destacaron para la invasión, junto con el portaaviones ligero Shoho, de la Flota combinada, cierto número de cruceros pesados. El resto se pondría a disposición de la 4ª. Escuadra del vicealmirante Shigeyoshi Inouye.

El plan para la Operación «MO», como se designó al inminente ataque, se basaba en supuestos muy sencillos; en cambio era complicadísimo en los detalles del mecanismo de su realización. Con el apoyo de la Marina y de las Fuerzas terrestres de los mares del Sur, los japoneses debían invadir Port Moresby, punto clave de la Papuasia y del extremo meridional de Nueva Guinea, con objeto de consolidar sus posiciones en la isla y en el sector de Rabaul; asegurarse además una base que pondría el norte de Australia dentro del radio de acción de sus buques de guerra y de los bombarderos, y cubrir el flanco del avance previsto hacia Nueva Caledonia, las Fidji y Samoa. Tulagi, que también debería ocuparse, se encontraba en la otra parte del brazo de mar de Guadalcanal, en las islas Salomón meridionales y, además de servir de base a los hidroaviones, permitía proteger las operaciones contra Port Moresby y el consiguiente avance hacia el Sudeste. El éxito de la empresa proporcionaría a los japoneses la posibilidad de dominar el mar del Coral y aislar a Australia, dejándola fuera de la guerra.

La Task Force para la Operación «MO», que debía ejecutar el plan, se articulaba de la siguiente manera:

• el grupo de invasión Port Moresby, compuesto por 11 buques de transporte de tropas para las unidades del Ejército y una unidad de desembarco de la Marina, que partiría de Rabaul, protegido por una escolta de destructores, y doblaría la punta de Nueva Guinea pasando por el canal Jomard;

• un grupo de menor importancia, destinado a la invasión de Tulagi, que establecería allí una base para hidroaviones;  

• un grupo de apoyo que precedería a un buque portahidroaviones, con el fin de establecer una base en el archipiélago de las Luisiadas;

• un grupo de protección al mando del contraalmirante Goto, formado por el Shoho, cuatro cruceros pesados y un destructor, que apoyaría el desembarco en Tulagi y de allí se dirigiría hacia el Oeste, para apoyar al grupo de invasión Port Moresby;

• la Escuadra de ataque mandada por el vicealmirante Takagi, de la que formarían parte el Shokaku y el Zuikaku, y que, procedente de Truk, se enfrentaría con las formaciones navales estadounidenses que intentasen intervenir.inicio

Naturalmente, Inouye esperaba un encuentro con las fuerzas aliadas del Pacífico sudoccidental. Sabía que desde las bases terrestres de Australia septentrional operaban unos 200 aviones y que la actividad aérea norteamericana hacía difícil ocultar los movimientos navales. No obstante, creía que en aquel sector las fuerzas navales aliadas eran escasas, y que no contarían más que con un portaaviones, el Saratoga; además, esperaba que con la ocupación preventiva de Tulagi, cuya conquista se había fijado para el 3 de mayo, y con la creación de una base para hidroaviones, los Aliados tendrían mayores dificultades en seguir sus movimientos desde Port Moresby y Numea. Los grupos de apoyo y de cobertura y la Escuadra de ataque apoyarían al grupo de invasión de Port Moresby, cuya partida se había previsto para el día 4 de mayo desde Rabaul.

En cuanto la Task Force de los Aliados entrara en el mar del Coral, Inouye se proponía destruirla mediante una maniobra de tenaza, con Goto en el flanco Oeste y Takagi en el Este; mientras tanto el grupo de invasión se deslizaría rápidamente a través del canal Jomard, dirigiéndose hacia su objetivo.

Una vez puesta fuera de combate la Escuadra  aliada, el grupo de invasión podría bombardear libremente las bases de Quéensland y ocupar las islas Ocean y Nauru, cuya producción de fosfatos era necesaria para la depauperada agricultura japonesa.

Este plan, demasiado complicado, revelaba una debilidad típica que se puso de manifiesto durante toda la guerra.    

Suponía de antemano un nivel de competencia táctica que los japoneses no poseían; y, por otra  parte, la división de las fuerzas, previstas por el plan, sería fatal si los japoneses se encontraban enemigo resuelto a combatirlos en el momento en que no tenían la posibilidad de concentrar y coordinar racionalmente la acción de la unidades separadas.inicio

Nimitz previene el ataque
Port Moresby era una base de importancia vital para los aliados, no sólo porque garantizaba  la seguridad de Australia, sino también porque representaba el trampolín para futuras ofensivas en el Pacífico sudoccidental. Por ello, el almirante Chester W. Nimitz, por e aquel entonces comandante en jefe de la Flota estadounidense del Pacífico (CINCPAC, Commander-in Chief of the United States Pacific fleet), y el general Douglas MaArthur, comandante en jefe de la zona Pacífico sudoccidental, tuvieron muy en cuenta la amenaza a la que estaban expuestos. Después de Pearl Harbor, los norteamericanos habían logrado descifrar totalmente el código naval japonés y, por lo tanto, siempre tenían noticias precisas y bastante detalladas relativas a los planes del enemigo. Antes del 17 de abril, al mando del CINCPAC se le había informado de que un grupo de buques de transporte, protegidos por el portaaviones ligero Shoho y una fuerza naval de la que formaban parte otros dos grandes portaaviones, estaban apunto de entrar en el mar del Coral. El día 20 Nimitz llegó a la conclusión de que el objetivo no podía ser otro que Port Moresby y que el ataque se iniciaría, con toda probabilidad, el 31 de mayo o los días inmediatamente siguientes.

Conocer las intenciones del adversario era una gran cosa; pero lograr reducir las fuerzas necesarias para afrontar la situación era bastante difícil. En efecto, el portaaviones Saratoga se encontraba todavía en reparación, después de los daños que le causó un torpedo. Los otros portaaviones, Enterprise y Hornet, volverían de la incursión sobre Tokio el 25 de abril, por lo que era improbable que pudieran alcanzar el mar del Coral a tiempo para participar en la inminente batalla. Para complicar más las cosas, existía una rígida separación entre las atribuciones de Nimitz y las de MacArthur, por lo cual el CINCPAC, al que correspondía el mando de todas las operaciones navales en el Pacifico, no podía intervenir en ninguna decisión del mando de las fuerzas de tierra o de las fuerzas aéreas que se hallaban bajo la competencia de MacArthur. Por consiguiente, Nimitz ni siquiera pudo disponer en seguida de los 300 aviones terrestres de distintos tipos, pertenecientes a la Aviación norteamericana o a la RAAF, para el reconocimiento del sector.

No obstante, Nimitz, sabiendo que para neutralizar los planes de Inouye debería basarse esencialmente en una contraofensiva aérea, decidió emplear todos los portaaviones que tenía a su disposición y movilizó las unidades embarcadas en el Yorktown y en el Lexington. La 17ª. Task Force del Yorktown estaba formada por los cruceros pesados Astoria, Chester y Portland, los destructores Hammann, Anderson, Russell, Walke, Morris y Sims y el buque cisterna Neosho. La 11ª. Task Force del Lexington estaba en mejores condiciones, puesto que había dejado Pearl Harbor el 16 de abril, después de tres semanas de descanso y revisión. Con el «Lady Lex», como se llamaba afectuosamente al Lexington, figuraban los cruceros pesados Minneapolis y New Orleans y los destructores Phelps, Dewey, Farragut, Aylwin y Monaghan.

Pero las fuerzas aéreas del Lexington y del Yorktown, en total, ni siquiera alcanzaban los 150 aviones y no se podía disponer de mucho más. La Task Force, que operaba al largo de San Francisco, estaba compuesta en su casi totalidad por acorazados construidos en el período anterior a la guerra, y a causa de su reducida velocidad no podían seguir la marcha de los portaaviones. Quedaban, pues, tan sólo los buques de la 44ª. Task Force, al mando del contraalmirante J. C. Crace, de la Marina británica. Los cruceros pesados Australia y Hobart, pertenecientes a dicha fuerza y que se encontraban en Sidney, recibieran la orden de reunirse con Fletcher el día 4 de mayo en el mar del Coral; asimismo el crucero pesado estadounidense Chicago y el destructor Perkins, también recibieron la orden de reunirse con Fletcher.inicio

El 29 de abril Nimitz completó sus planes, que se limitaban a asignar a Fletcher el mando táctico de todas las fuerzas, designadas como 17ª. Task Force, y le ordenaban operar en el mar del Coral a partir del día 1 de mayo.
Movimientos iniciales

La 11ª. Task Force, al mando del contraalmirante Fitch, se unió a Fletcher, a las 6,30 horas del día 1 de mayo, a unas 250 millas al sudeste de Espíritu Santo, pasando inmediatamente bajo su mando táctico. A las 7 Fletcher ordenó el aprovisionamiento de combustible del Neosho y cursó instrucciones a Fitch para que hiciese lo mismo del Tippecanoe. Fitch había calculado que la operación no se completaría antes de las 12 del día 4, mientras Fletcher trataba de ultimar «el pleno» el día 2 de mayo. Mas, como los informes recibidos señalaban que el enemigo se estaba aproximando, Fletcher decidió no esperar ni a Fitch ni a Crace, y el día 2 de mayo se dirigió solo hacía el centro del mar del Coral.

A las 8 horas del 3 de mayo Fletcher y Fitch estaban separados por una distancia de más de 100 millas y ambos ignoraban los detalles de los movimientos japoneses. Pero a las 19 horas la Task Force del Yorktown recibía la comunicación que Fletcher «esperaba hacía dos meses»: los japoneses estaban desembarcando en Tulagi y ocupando la isla de Florida, en la parte meridional del archipiélago de las Salomón.

La noticia indujo a Fletcher a modificar inmediatamente sus planes. Después de ordenar al Neosho y al Russell que se separasen de la formación y que se dirigiesen al punto fijado para encontrarse con los navíos de Fitch y de Crace, se dirigió hacia el Norte, navegando a 24 nudos y resuelto a atacar Tulagi con los aparatos de que disponía en su portaaviones. Mantuvo inalterada su ruta durante toda la noche, y a las 7 horas del día 4 se hallaba a unas 100 millas al sudoeste de Guadalcanal. Mientras tanto, Fitch había recibido las nuevas órdenes y Crace se estaba aproximando al punto establecido con el Australia y el Hobart. Ninguno de los dos habría podido ayudar a Fletcher en caso de necesidad, puesto que se dirigían al Sudeste, aumentando de este mudo la distancia que los separaba del Yorktown. Afortunadamente para Fletcher, los japoneses habían supuesto que Tulagi, una vez conquistarla, no sería atacada. Y por esta razón, los grupos de Goto y de Marushige, que habían conducido la operación, se retiraron a las 11 horas del 3 de mayo, dejando la isla sólidamente guarnecida. Los portaaviones de Hara se encontraban entonces al norte de Bougainville, mientras el grupo que debía invadir Port Moresby salía en aquel momento de Rabaul. Además, Fletcher, en el preciso instante en que se aproximaba a la posición prevista para el lanzamiento de los aviones, entró en el margen septentrional de un frente frío de 160 km de anchura, que sirvió de cortina de protección de sus buques y de sus aviones hasta que se encontraron a una veintena de millas de Tulagi, donde, por el contrario, prevalecían buenas condiciones atmosféricas.

A las 6,30 horas del 4 de mayo, 12 aviones torpederos Devastator y 28 bombarderos en picado Dauntlessles despegaron del Yorktown para llevar a cabo el primer ataque. Cada escuadrón atacó por cuenta propia, según el procedimiento utilizado entonces. Estos aparatos regresaron al Yorktown a las 8,15 horas, después de haber averiado el destructor Kikuzuki y hundido tres dragaminas. En una segunda incursión, en la que se perdió un avión torpedero americano, se destruyeron dos hidroaviones y se averió un guardacostas; y en un tercer ataque, lanzado a las 14 por los 21 Dauntless, a pesar de haber arrojado 2 1 bombas de media tonelada, únicamente se hundieron cuatro barcazas de desembarco.inicio

Los últimos aviones de retorno de la acción se posaron en la cubierta del Yorktown a las 16,32. La «batalla» de Tulagi había terminado. La operación contra la isla fue, según palabras de Nimitz, «una desilusión, considerando las cantidades de municiones empleadas respecto de los resultados obtenidos».

Sin embargo, aquella noche, a bordo del Yorktown reinaba una atmósfera más bien eufórica, pues los pilotos creían haber hundido muchos más buques de los que realmente alcanzaron. Más tarde Fletcher se dirigió al Sur, con la escuadra completa, para encontrarse con Fitch.

El día siguiente, 5 de mayo, transcurrió relativamente tranquilo para ambos contendientes. Fletcher, ya reunido con Fitch y con Crace, empleó la mayor parte del día en abastecerse de combustible del Neosho, a una distancia de señal óptica de los otros dos almirantes y manteniéndose en ruta hacia el Sudeste.inicio
 
 
 
 
 
 
 
 

INDICE
Batalla del Mar del Coral II Fase 
Cronologia 1942
haz click para ampliar la imagen
Mapa descriptivo de la batalla del Mar del Coral
haz click para ampliar
haz click para ampliar
Aumenta la tensión
En el ínterin la formación japonesa estaba entrando en el mar del Coral. A las 19 horas, la Escuadra del almirante Takagi, que se dirigía hacia el Sur, dobló San Cristóbal, viró luego al Oeste pasó al norte de la isla de Rennell y al alba del 6 de mayo se encontraba ya en el mar del Coral. El grupo de invasión de Port Moresby y el grupo de apoyo de Marushige se dirigían hacia el Sur, al canal Jomard, mientras el grupo de cobertura del almirante Goto repostaba combustible al sur de Bougainville. El día 5, el grueso de los aviones japoneses lanzaba un ataque contra Port Moresby.

El 6 de mayo aumentó la tensión, pues tanto Fletcher como lnouye intuían que el encuentro era inevitable y que se produciría inmediatamente. El comandante americano decidió que había llegado el momento de dar curso a la orden de operaciones del 1 de mayo y, en consecuencia, modificó la disposición de sus unidades para la batalla. Con los cruceros pesados Minneapolis, New Orleans, Chester y Portland, el crucero ligero Astoria y los destructores Phelps, Dewey, Farragut, Aylwin y Monagham, constituyó una formación de ataque al mando del contraalmirante Kinkaid; los cruceros pesados Australia, Hobart y Chicago, en unión de los destructores Perkins y Walke, constituyeron la formación de apoyo de Crace; el grupo que durante las operaciones aéreas actuaría al mando táctico de Fitch comprendía los portaaviones Yorktown y Lexington y los destructores Morris, Anderson, Hammann y Russell.

Hasta aquel momento, por culpa del inadecuado reconocimiento aéreo desde las bases terrestres, Fletcher no tenía todavía una idea muy clara de los movimientos de los portaaviones de Takagi, ni el plan de cerco enemigo. Sus aparatos de reconocimiento se habían aproximado muchísimo a la formación nipona; pero sin poder avistarlas, ya que estaba escondida bajo las nubes y además porque a las 9,30 había virado al Sur, aproximándose, por consiguiente, a los primeros buques de Fletcher. A medianoche, la 17ª. Task Force se encontraba a unas 310 millas de la isla de Deboyne, frente al extremo meridional de Nueva Guinea, donde los japoneses hablan establecido una base de hidroaviones.

De haber sido más eficaz el reconocimiento aéreo de ambos adversarios, la batalla principal del mar del Coral se podía haber trabado el 6 de mayo. Pero este día Takagi ordenó, inexplicablemente, un reconocimiento de breve radio, y en aquel momento perdió la posibilidad de interceptar a Fletcher mientras estaba abasteciéndose de combustible en pleno día. Un avión de reconocimiento japonés de la base de Rabaul fue el único que informó respecto a la exacta posición de Fletcher; pero Takagi recibió este informe al día siguiente. En determinado momento se encontró, sin saberlo, a sólo 70 millas de la 17ª. Task Force.

Sin embargo, el 6 de mayo, los americanos avistaron algunas unidades de la formación japonesa. A las 10,30 horas los B-77 procedentes de las bases australianas localizaron y bombardearon al Shoho, del grupo de cobertura de Goto, al sur de Boungainville, pero las bombas no alcanzaron su objetivo. Otros aviones aliados avistaron nuevamente a los buques de Goto hacia el mediodía; después, navegando hacia el Sur, localizaron en las proximidades del canal Jomard al grupo de invasión de Port Moresby. Inouye que calculaba que Fletcher se encontraba a unas 500 millas al Sudoeste y esperaba su ataque al día siguiente, ordenó la prosecución de la operación según los planes previstos. A medianoche, los buques que transportaban las fuerzas de invasión estaban en las proximidades de la isla de Misima, prontos a lanzarse por el canal Jormard. Marushige destacó al portahidroaviones Kamikawa Maru a Deboyne, retirándose luego al Noroeste. Goto, que protegía el flanco izquierdo del grupo de invasión, también se encontraba a unas 90 millas al noroeste de la isla. Los japoneses se sentían optimistas, porque todo se desarrollaba según sus planes y porque, además aquel día habían recibido la noticia de la caída de las Filipinas, con la rendición de las tropas americanas en Corregidor.inicio

La batalla propiamente dicha comenzó al día siguiente. Takagi, siguiendo el consejo de Hara, hizo despegar sus aparatos de reconocimiento a las 6, pero «la decisión -como admitieron después los mismos japoneses- fue poco feliz». A las 7,30 horas uno de los aparatos comunicó haber avistado un portaaviones y un crucero en el límite oriental del sector reconocido, y Hara, aceptando como buena la  información, acortó distancias y ordenó un ataque general de los bombarderos y de los aviones torpederos. Pero, en realidad, los buques avistados eran el Neosho, buque de apoyo, y el destructor Sims, que se habían separado de la formación antes de iniciarse la batalla. El Sims, alcanzado por tres bombas de 250 kilos, dos de las cuales estallaron en la sala de máquinas, se fue de banda y se hundió en pocos minutos, pereciendo 379 hombres. Mientras tanto, otros 20 bombarderos en picado atacaban al Neosho alcanzándolo con siete bombas. El sacrificio de estos dos buques no fue inútil, pues si la acción no hubiese obligado a Hara a modificar sus planes, los japoneses habrían podido descubrir y atacar a Fletcher el 7 de mayo, mientras éste estaba empeñado con el Shoho.

Aquel día la fortuna se declaró decididamente por Fletcher. En efecto, a las 6,45 horas, cuando se encontraba a poco más de 120 millas al sur de Rossel, ordenó al grupo de apoyo de Crace que se dirigiera al Noroeste para atacar el grupo de invasión de Port Moresby, mientras el resto de la 17ª. Task Force se dirigía hacia el Norte. Evidentemente, Fletcher, que esperaba un encuentro con los aparatos de los portaaviones de Takagi, quería  impedir la invasión, sin preocuparse de su propia suerte; ahora bien, destacando a Crace, no cabía duda de que debilitaba su cobertura antiaérea.

Las consecuencias de este movimiento podían haber sido fatales si los japoneses no hubieran cometido otro grave error, concentrando las formaciones aéreas de tierra contra los buques de Crace, en lugar de hacerlo contra los de Fletcher. A las 8,10 horas un hidroavión japonés avistó el grupo de apoyo, y a las 13,58, cuando los navíos de Crace se encontraban al sur del canal de Jomard, 11 bombarderos monomotores los atacaron, aunque sin éxito. Inmediatamente después aparecieron 12 Sally (aviones de la Marina de base en tierra), que se aproximaron a baja cota y lanzaron ocho torpedos, que los buques lograron evitar maniobrando con asombrosa rapidez y derribando al mismo tiempo cinco aviones enemigos. Más tarde, 19 bombarderos horizontales japoneses, que atacaron desde una cota entre 4500 y 6000 m, repitieron el intento; pero una vez más los buques salieron indemnes. Antes de la noche Crace se libró de un cuarto ataque; aunque esta vez desencadenado por los B-26 americanos, que habían tomado su formación por una enemiga. A medianoche se encontraba a 120 rnillas al sur del extremo meridional de Nueva Guinea, y más tarde, al saber que el grupo de invasión se había retirado, invirtió su rumbo y se dirigió hacia el Sur.

Mientras los aviones de Takagi bombardeaban al Neosho y al Sims, el portaaviones Shoho, del grupo de cobertura de Goto, se había deslizado a barlovento, al Sudeste, para lanzar cuatro aparatos de reconocimiento y enviar otros en apoyo del grupo de invasión. A las 8,30 horas, Goto, que conocía ya la posición exacta de Fletcher, ordenó al citado Shoho que se preparase para el ataque. Mientras tanto otros aviones acababan de avistar, más al oeste, a los buques de Crace. El almirante Inouye, al recibir estos informes, se preocupó por la seguridad del grupo de invasión, y a las 9 horas le ordenó que se alejase de la embocadura del canal de Jomard y se pusiera a salvo hasta que Fletcher y Crace fuesen neutralizados.

Pero lo cierto fue que los transportes japoneses ya no lograron adentrarse en el canal de Jomard ni entonces ni después.inicio


Diseño de pagina @ Derechos Reservados 1998-2001