LA LARGA RETIRADA
LA PRIMERA CAMPAÑA DE BIRMANIA
Se había dado muy poca importancia a la defensa de Birmania, ya que, durante mucho tiempo, la invasión terrestre pareció una posibilidad muy remota. Pero a fines de 1941 los japoneses se prepararon para ocupar el país  y proteger al flanco noroccidental de la “esfera de coprosperidad de la gran Asia oriental”, sobre la que el Imperio del Sol Naciente pensaba imponer la propia supremacía.

Esta campaña, corta pero muy importante, puede dividirse en dos fases. La primera duró desde diciembre de 1941 hasta marzo de 1942, y comprende el período en que el Ejército de Birmania, al mando del general Hutton, combatió y perdió la batalla de Rangún y el dominio de la carretera que enlazaba con la China de Chiang Kai-Chek, lo que decidió el destino de Birmania.

La segunda fase duró de marzo a mayo de 1942, cuando lo que restaba de los Ejércitos Birmano y Chino, bajo las órdenes del general Alexander, continuaron combatiendo durante todo el repliegue, desde Rangún hasta la frontera con la india, consiguiendo una acción retardadora. Y esto, precisamente, salvó a la India de la amenaza de una invasión nipona, y permitió que los agotados supervivientes de la campaña de Birmania pudieran ponerse a salvo en aquel país. El general Alexander la definió como «la operación de salvamento de Birmania».

Sería difícil encontrar un país menos preparado para la defensa, en un conflicto de proporciones mundiales, de lo que estaba Birmania en 1941. Sin embargo, tanto Winston Churchill como el presidente Roosevelt se dieron perfecta cuenta de la importancia que el país tenía para la causa de los Aliados en general y para la India en particular. Desde el punto de vista de la estrategia aliada, la necesidad de mantener a los chinos en condiciones de continuar la guerra contra el Japón era de interés vital, ya que esto significaba tener empeñadas considerables fuerzas enemigas. Y el único camino por el que el Ejército chino podía recibir abastecimientos y el único también que permitía mantener las bases aéreas americanas en China, era precisamente la ruta de Birmania. Desde el punto de vista de la India, mientras Birmania resistiese, Calcuta y los grandes centros industriales del Nordeste estarían prácticamente protegidos de las incursiones aéreas y de una invasión por tierra. Desde el punto de vista militar, hasta 1937 Birmania había formado parte de la India y por lo tanto su organización estaba bajo la competencia del Gobierno hindú. Después, tras la separación, obtuvo plena autonomía para sus fuerzas Armadas; no obstante, en septiembre de 1939, al estallar la guerra, hubo un nuevo cambio, ya que se puso a las Fuerzas Armadas birmanas a disposición directa de los jefes de Estado Mayor británicos, residentes en Londres, para la parte operativa, mientras que en lo administrativo y financiero seguían dependiendo del Gobierno local. En noviembre de 1940 se devolvió, inesperadamente, la dirección de las operaciones al recién constituido Mandó de Extremo Oriente, con sede en Singapur, y la parte administrativa se dividió entre el Gobierno birmano y el Ministerio de la Guerra de Londres. Desde luego, esta decisión no podía ser menos acertada ni más contraproducente, y tanto los comandantes locales como los comandantes en jefe que se sucedieron en la India insistieron  para que Birmania volviera bajo la jurisdicción del Gobierno indio. Pero sólo el 12 de diciembre de 1941, cuando el ataque japonés era ya inminente, Birmania volvió a formar parte de la India. Y aún se produjo otro cambio: el 30 del mismo mes, precisamente cuando los japoneses se habían lanzado al ataque, pasó a depender del ABDA (el Mando americano, británico, holandés y australiano del Pacífico sudoccidental). Mas en marzo de 1942, al disolverse el ABDA tras la invasión de las Indias holandesas por los japoneses, Birmania volvió nuevamente a la india. Es difícil imaginar un embrollo administrativo más complejo.

Debilidad general de los defensores
En 1937 había una guarnición muy reducida en Birmania: dos batallones británicos, cuatro de fusileros birmanos y algunas unidades más. Tiempo después, tras una tajante petición del Gobierno birmano, el gobernador, sir Reginald Dorman-Smith, constituyó otros dos batallones territoriales. Pero eso no satisfacía aún las aspiraciones de los birmanos, por lo que éstos crearon algunas compañías autóctonas que se incorporaron a los fusileros, antes reclutados exclusivamente entre los chin, los kachin y los karen, considerados como las tribus más belicosas. Pero el cuerpo en el que Birmania más confiaba era su policía militar, compuesta por nueve batallones.

Los dos únicos batallones regulares británicos eran el Batallón 1 del Regimiento Gloucestershire y el de Infantería Ligera II del Regimiento Yorkshire (el King's Own Yorkshire Light Infantry). Pero a muchos oficiales, suboficiales y soldados de ambos batallones ya se les había destacado en la india y en el Reino Unido, por lo que en diciembre de 1941 los efectivos que quedaban se habían reducido a dos compañías por batallón.

La aviación era asimismo muy escasa, como lo era en todo el Extremo Oriente. Al estallar la guerra la única unidad de la RAF estaba constituida por el 67° Escuadrón aéreo de caza, con unos 16 Buffalo. En cuanto a los aeródromos de Punta Victoria, Mergui, Tavoy y Moulmein eran de importancia vital en la ruta que seguían los refuerzos enviados por vía aérea a Malasia; pues la distancia de Rangún a Singapur era demasiado grande para que los aviones de aquella época la pudiesen recorrer sin escalas.

En abril de 1941 Chiang Kai-Chek había accedido a que cierto número de escuadrones aéreos americanos, con tripulaciones formadas por voluntarios, que se hicieron famosos con la sigla AVG (American Volunteer Group, Grupo americano de voluntarios) y que actuaban en China, se pusieran a disposición de la defensa birmana si era necesario. El primer contingente del AVG llegó en junio de 1941 y en noviembre ya se habían formado en Toungoo tres escuadrones de cazas Tomahawk (P-40). En diciembre de 1941, cuando Birmania se encontró ante la amenaza real de la invasión, el generalísimo chino mantuvo su promesa y envió un escuadrón para contribuir a la defensa de Rangún.

La superioridad numérica y la mayor autonomía de vuelo de los aparatos japoneses, no eran las únicas desventajas de los defensores. Para impedir que los aviones fuesen destruidos en tierra, era indispensable contar con un sistema de alarma eficaz; pero la disposición de los aeródromos birmanos excluía cualquier posibilidad de crearlo: casi todos estaban situados en una larga línea de Norte a Sur, que iba desde Punta Victoria, en el extremo meridional, hasta Lashio, en el lado opuesto. Además, se disponia de un solo aparato radiogoniométrico, y el recién constituido cuerpo de observadores de Birmania no contaba con radiotransmisores, por lo que tenía que depender de las líneas telegráficas y telefónicas civiles escasas y deficientes.

Durante la visita de Wavell a Chung King, el día de navidad de 1941, Chiang Kai-Chek se ofreció para poner a disposición de la defensa de Birmania los Ejércitos 5 y 6. Wavell aceptó tan solo la División 93 del Ejército 6 y la trasladó a los Estados Shan, poniendo algunas objeciones a la conveniencia de aceptar ambos Ejércitos. La negativa ofendió profundamente a los chinos, levantándose entonces muchas críticas contra Wavell. Parece ser que sus titubeos ante la oferta de ayuda derivaban del convencimiento que en aquella época compartían los jefes de Estado Mayor.

Para comprender bien está campaña es necesario tener en cuenta que la evacuación de Dunkerque, la batalla de Inglaterra, las operaciones contra los italianos en el Norte de África y en África Oriental, la reciente pérdida de Singapur y la nueva amenaza contra Birmania, habían obligado a la Commonwealth británica a realizar un, esfuerzo que llegaba al límite máximo de sus recursos. Ya no quedaban soldados, ni fuerzas navales ni aéreas, ni buenos oficiales para mandarlos; y todo ello era muy necesario en aquella dramática situación.

Wavell subestima al enemigo
El antiguo desprecio de Wavell por el soldado japonés era algo arraigado en él, un desprecio profundo del que no se desprendió hasta el día de la caída de Rangún. Por otra parte consideraba a las tropas hindúes, de que disponía en aquel momento, totalmente desprovistas de entrenamiento y mal equipadas para combatir en la jungla. Esto explica por qué Wavell no conseguía comprender la razón de que los soldados hindúes y birmanos, avezados a las acciones sobre carretera, no pudieran contener a las divisiones japonesas, móviles y muy entrenadas, en las fronteras extremas de Birmania.

Pocos días después, Wavell recibió la orden de ceder el mando de la India para asumir el de todas las fuerzas combatientes aliadas en Asia sudoriental. Aceptó este nuevo encargo, difícil y desesperado, con su flema habitual, limitándose a comentar, en el momento en que subía al avión: «! Sabía que tendría que cargar con el bebé, pero aquí se trata de un par de gemelos!»

En el plan elaborado por los japoneses para la conquista de lo que ellos llamaban «región meridional», el cometido asignado en un principio al Ejército 15, compuesto por las Divisiones 33 y 55, con el apoyo de la 10ª. Brigada aérea, era la ocupación de Tailandia, incluido el istmo de Kra, hasta Nakhon; en este punto ocuparían los aeródromos británicos de Tenasserim a fin de proteger el flanco derecho y la retaguardia del Ejército 25 en su avance por Malasia. Más tarde, una vez el Ejército meridional se hubiese asegurado de que las operaciones seguían de forma satisfactoria y de acuerdo con los planes previstos, el Ejército 15 comenzaría la invasión de Birmania, siguiendo la dirección de avance Tak-Moulmein y teniendo como primer objetivo la conquista de Rangún.

El Ejército 15, al que se había incorporado a la división de la guardia imperial, entró en Bangkok el 8 de diciembre de 1941, lo que significaba que era aeródromos  y sus líneas férreas, se convertía entonces en zona de concentración japonesa. El 16 de enero un batallón japonés ocupó Punta Victoria, en Birmania meridional, sin encontrar la menor resistencia, pues la guarnición británica se había retirado.

Rangún sufrió la primera incursión aérea el 23 de diciembre de 1941, y la segunda, el día de Navidad. El efecto de los bombardeos en los trabajadores hindúes del puerto fue desastroso, tanto que, por esta razón, cada vez fue más difícil mantener la actividad en dicha zona.

La Brigada 2 birmana, mandada por el general Bourke, estaba diluida en una zona extensísima, de más de 480 km, cubierta en su mayor parte por la jungla, y tenía, además, la misión de defender los aeródromos de Mergui y de Tavoy.

En el Norte existía otra probable dirección por la que penetrar desde Papun hacia Sittang, por lo que el territorio confiado a mí responsabilidad se extendía desde dicha localidad hasta Mergui, en el Sur; por el Este llegaba hasta Tak y al paso de las Tres Pagodas. Era un territorio extenso y salvaje, una jungla atravesada por escasísimas vías de comunicación y con una extensión de 800 a 1300 km.
 continuacion 

INDICE
CRONOLOGIA 1942
Debilidad general de los defensores
Wavell subestima al enemigo
Se rechazan las peticiones de retirada
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Para defender toda esta zona sólo disponía entonces de dos brigadas, la Brigada 16 hindú y la Brigada 2 birmana; una tercera (mi Brigada 46) tenía que llegar a Rangún unos días después. Para impedir un posible avance japonés por el Nordeste, una división muy débil, la División 1 birmana del general Bruce Scott, se concentró en los Estados Shan.

El río Sittang constituía una formidable barrera en la ruta principal del avance japonés hacia Rangún; era el único obstáculo realmente duro en todo el teatro de operaciones. Por lo tanto, el puente que lo cruzaba tenía una importancia incalculable, tanto para nosotros como para ellos.

.El día 15 de enero, el Batallón CXII del Ejército meridional japonés cruzó la frontera birmana y el ataque se desarrolló rápidamente en el transcurso de los días que siguieron. El 19 de enero el enemigo conquistó Tavoy, tras derrotar al batallón de fusileros Gurkha que la guarnecía y a una batería de las tropas auxiliares birmanas.  Después de esta acción los defensores de Mergui quedaron aislados, y del 20 al 23 de enero fueron evacuados por mar. Las operaciones en Tenasserim, aunque efectuadas en menor escala, fueron importantes porque permitieron a los japoneses ocupar tres aeródromos, Punta Victoria, Mergui y Tavoy; lo que hizo posible que los cazas escoltasen a los bombarderos que atacaban Rangún.

E1 21 de enero se vio claramente que los japoneses estaban avanzando en fuerza contra Kavvkareik. El comandante del Ejército había ordenado al general Jones que procurara no empeñarse en combate hasta que no quedase ninguna posibilidad de retirada; pero esto era más fácil de decir que de hacer, dada la falta de medios de transporte. Después de una acción terrible, la Brigada 16 efectuó el repliegue hasta la zona de Moulmein, a donde llegó en condiciones que exigían una radical reorganización.

Se rechazan las peticiones de retirada
Los japoneses habían ocupado Martabán y se estaban infiltrando por todas partes, entre las extensas y aisladas posiciones que yo debía defender. Comprendí que era preciso dirigirme de nuevo, y de forma apremiante, al comandante en jefe si no quería que el enemigo eliminara poco a poco mi división sin haber alcanzado su objetivo. Por esto, el 12 de febrero encargué a Cowan, que compartía mi punto de vista, que se trasladase a Rangún para exponer la situación. La relación oficial dice: «Smyth le dijo (a Cowan) que insistiese ante Hutton sobre el grave peligro en que se encontraba la División 17, que corría el riesgo de quedar aislada al otro lado del puente sobre el Sittang, y le pidiese permiso para retirarla inmediatamente más allá del Bilin, haciendo hincapié en que entonces se tendría que proceder sin dilación a la segunda fase del repliegue detrás del río Sittang». Quería cruzar el Sittang a tiempo, antes de que los japoneses me lo impidieran.

Este fue el mensaje que transmitió Cowan al comandante en jefe. También hubiera podido efectuar el movimiento en el último instante, cuando se estaban aproximando ya dos divisiones japonesas. Pero siete días después, con mi unidad bloqueada aún en la jungla, empeñada en constantes combates y literalmente agotada, todas las bazas estaban ya contra nosotros.

Aunque continúe considerando desastrosa la decisión del comandante en jefe, que para mí significó intentar la resistencia a toda costa en el río Bilin, comprendí la presión que había ejercido sobre él el general Wavell, quien acababa de telegrafiar: «Tengo plena confianza en el juicio y espíritu combativo suyo y de Smyth; pero tenga siempre en cuenta que el repliegue continuo, como lo demuestra la experiencia de Malasia, deprime profundamente la moral de las tropas, en especial de las hindúes. Con frecuencia se puede ganar tiempo de forma eficaz y menos costosa mediante una audaz contraofensiva, sobre todo en lo que se refiere a los japoneses». De donde se deduce que Java estaba, en todos los aspectos muy alejada de las orillas del Sittang...

La División 17 combatió, pues, en el Bilin con todos sus recursos y no cedió terreno a los japoneses. Pero al aumentar la presión, fue necesario  utilizar las últimas reservas; así  y todo no pudimos impedir que ponentes unidades enemigas nos envolvieran por los flancos.
John Smith General de Brigada


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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