LORENZO URUEÑA ESCOBAR (q.e.p.d.)













 

 

Este es mi Padre, nacio en Noviembre 15 de 1920 en Venadillo pueblo del Departamento del Tolima, ubicado en la Republica de Colombia, sus padres Lorenzo Urueña Hernandez y Margarita Escobar Barreto, estudio la primaria en el Colegio San Luis Gonzaga y  el bachillerato en el Colegio San Simon de la ciudad de Ibague Tolima; su carrera de Medicina en la Universidad Nacional de Colombia.

En 1946 llega al pueblo de Santa Isabel ( Tolima ) en donde hace su año rural de medicina, retorna a Bogota en 1947 como Medico Jefe de Vacunacion Antituberculosa. Elabora su Tesis de Grado en indices tuberculinicos e iniciacion del BCG, se gradua el 5 de Agosto de 1948 como Medico Cirujano, se especializa en Tisiologia y es elegido como Primer Interno en el Hospital Sanatorio de Santa Clara en la ciudad de Bogota.

Se casa con mi madre, Doña Nohemi Arellano Osorio, nacida en Cajamarca (Tolima), en la ciudad de  Bogota el 6 de Junio de 1946. De este matrimonio nacieron ocho hijos: Gustavo, Consuelo, Lorenzo, Nohemy, Esperanza, Amparo, Alvaro y  Liliana.

Es Delegado por Colombia a varias conferencias internacionales en Mexico, Chile, Peru, Brasil,  por sus trabajos en la erradicacion de la tuberculosis en Colombia. Profesor de catedra en los Colegios de la Presentacion, San Simon y la Universidad del Tolima en Ibague.

Se vincula a la politica en el Departamento del Tolima y es elegido Diputado a la Asamblea, años mas tarde desempeña el cargo de Secretario de Salud del Departamento. 

En su vida privada es miembro del Club de Leones, Club Rotario de Ibague, varias veces Presidente del Club Campestre  y Miembro de la Logia Masonica Estrella del Combeima donde obtiene el Grado 33 como Soberano Gran Inspector General, haciendo parte por varios años del Supremo Consejo para Colombia.

Murio el 18 de Julio de 1986 en la ciudad de Ibague, rodeado del cariño de sus hijos y de innumerables personas de todas las clases sociales, que a lo largo de sus años como medico recibieron no solo sus servicios, sino un permanente apoyo en la vida.
 

Una persona solo muere, cuando no hay nadie que la recuerde.

 

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