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MOVIMENTO 11 DE ABRIL PUBLICACIÓN DE CARTA PÚBLICA > Esta carta abierta la emite un conjunto amplio de efectivos activos y > retirados de la Guardia Nacional en todos los grados y jerarquías, así como > el personal civil de la Institución, pero en especial nuestra esencia: la > tropa profesional, con el objeto de comunicarle a la comunidad nacional lo > siguiente: > > 1) La Guardia Nacional viene soportando una operación de > hostigamiento político incluso desde antes que tomara posesión el gobierno > del Teniente Coronel (Ej.) Hugo Chávez Frías. El que la Guardia fuese una > de las fuerzas que enfrentó y derrotó militarmente a los golpistas del 4 de > febrero de 1992 hizo creer a quienes accedieron al poder por vía del voto en > 1998, que la Guardia Nacional era su enemiga. “Nada más alejado de la > verdad.” La Guardia Nacional se enfrentó a los golpistas del > ’92 con la misma decisión y valentía con que aseguramos la continuidad > del hilo constitucional en abril del 2002. La Guardia Nacional es un cuerpo > con una cultura institucionalista. Respaldamos al orden constitucional > “No porque circunstancialmente nos convenga”, sino porque esa es > nuestra misión. Para algunos (aunque tengan origen militar) la conveniencia > política es su bandera. Para nosotros, EL HONOR ES NUESTRA DIVISA. > > 2) Por lo anteriormente expuesto, la Guardia Nacional se vio > sometida a una gran cantidad de agresiones. Cuando la extinta Asamblea > Nacional Constituyente elaboró la vigente Constitución Nacional hubo > intentos de sacar a la GN de la Fuerza Armada Nacional, y transformarla en > una especie de policía militarizada. No pudieron hacerlo. Luego intentaron > afectar negativamente el apresto operacional de la institución, reduciendo > su presupuesto para doblegarla. Tampoco pudieron. A lo largo de más de > seis décadas de existencia, la Guardia Nacional se ha destacado como una > fuerza militar polivalente, que presta servicios al país en áreas que van > desde la protección fronteriza hasta la vigilancia aduanera, pasando por la > defensa ambiental, el arduo combate antidrogas, la protección de las > instalaciones estratégicas, petroleras y centros de poder de la República y > la preservación del orden público. Esto lo reconoce el país nacional. Cuando > destacados funcionarios de este gobierno apenas descubrían las virtudes de > la vinculación entre lo cívico y lo militar, ya la Guardia Nacional tenía > más de sesenta años haciendo de la unión cívico-militar una razón de ser, > sin por ello colocar a nuestros efectivos en tareas no acordes a nuestra > misión. > > 3) Ante la imposibilidad de excluir o disminuir a la Guardia > Nacional como componente de la Fuerza Armada, el sector político dominante > en el alto gobierno optó por colocar a un elemento “manejable” > al frente del componente. Es así como el General de División (GN) Francisco > Belisario Landis, familiar del General en Jefe (Ej.) Lucas Rincón Romero y > del entonces ministro Luis Miquilena, llega a ocupar la Comandancia General > de la Guardia Nacional. En medio de diversos manejos políticos, la gestión > del General Landis llega a comprometer gravemente el prestigio de la > institución: > Así fue cuando dio instrucciones para que efectivos del > componente permitieran que elementos irregulares protagonizaran una acción > de hostigamiento frente al diario El Nacional; Lo mismo ocurrió cuando > fueron giradas instrucciones para que efectivos de la Guardia Nacional > presentes en Montalbán el 5-3-2002 se ausentaran de una situación en la que > había perturbación del orden público, permitiendo así que personas de la > sociedad civil (incluyendo mujeres y niños) fueran agredidos por el grupo > paramilitar afecto al MVR conocido como “Los Guerreros de La > Vega”; Así ha sido cada vez que efectivos de la Guardia Nacional se > han visto obligados, por ordenes superiores, a permitir que parlamentarios > de la Asamblea Nacional sean agredidos por elementos irregulares > pertenecientes a los llamados Círculos Bolivarianos. Internamente todos, en > especial la tropa profesional, conocemos los desmanes e inmoralidades de > quien se dice nuestro Comandante, pero que está de espaldas a una Guardia > Nacional que nunca llegó a conocer. > > 4) Esta genuflexa postura del Comandante General de la Guardia > Nacional, General de División Francisco Belisario Landis, expresada en los > hechos ya citados, llegó a su más lamentable y criminal expresión en los > sucesos del 11 de abril. Llegando hasta lo delictuoso en su empeño por > hacer méritos a costa del prestigio y el honor de la Guardia Nacional, > Belisario giró las instrucciones que hicieron posible que efectivos de este > componente sirvieran como escudo para que los elementos irregulares atacaran > la marcha pacífica de la sociedad civil, sin que esta pudiera defenderse. > Esa acción, que constituye una mancha para el estandarte de la Institución, > no tiene excusa pero si explicación: el responsable no fue el humilde > Guardia Nacional que, cumpliendo órdenes, expuso su integridad, como > cínicamente lo dijera Landis en su interpelación ante la Asamblea Nacional. > El verdadero responsable es el Comandante General que de manera impropia e > ilegítima ha enlodado el prestigio de la Institución, al privilegiar sus > cálculos político-personales por encima de los intereses de la Guardia > Nacional y del país, permitiendo la abierta violación a los más elementales > derechos humanos en contraposición con lo recomendado un día antes por el > cuerpo de Generales de la Institución. > > 5) Esta es la razón de la sistemática persecución que se ha > desatado contra la alta oficialidad de la Guardia Nacional. Los generales > de la Guardia (por institucionales, por profesionales, por ser apegados a la > Constitución y a las leyes) no gozan de la confianza del sector político > radical del Gobierno, ni del actual Comandante General del componente, quien > sabe que no tiene ascendiente moral para seguir dirigiendo la institución. > Es por eso que se ha procedido a perseguir, hostigar y destituir a un > conjunto de oficiales generales, entre los que se cuentan incluso oficiales > que expusieron su seguridad y su vida para defender la continuidad del hilo > constitucional el pasado 11 de abril. ¿Y a quien colocan? Para muestra, un > vergonzoso botón: ¡El nuevo jefe del CORE 2 en Valencia! > > 6) Por todo ello le informamos al país que la Guardia Nacional, > fiel a sus principios institucionales y al honor militar, ha resuelto > desconocer la autoridad del Comandante General Belisario Landis y sus > secuaces, y que estamos exigiendo del ciudadano Comandante en Jefe de la > Fuerza Armada Nacional la inmediata reposición de los oficiales generales en > sus puestos de comando. El Presidente de la República debe ponderar la > gravedad de la situación. No puede esperar, como ocurrió en el caso de > PDVSA, que se produzca una tragedia para realizar entonces una tardía > rectificación. En sus manos está tomar las decisiones que permitan una > solución institucional, profesional y pacífica al problema que significa la > violación de la meritocracia profesional en nuestra Institución. ¡En la > Guardia Nacional también hay SOBERANO... y está hablando! > > 7) Por último le planteamos a la sociedad civil venezolana que > nuestra lucha no es contra un Comandante General, ni contra un Presidente de > la República, si no a favor de la meritocracia, la dignidad y el > profesionalismo en la Guardia Nacional, en la Fuerza Armada Nacional y en > todo el país. En esta lucha, que puede aun tomar características > imprevistas, sabemos que contamos con la solidaridad activa de la inmensa > mayoría de venezolanos que –como nosotros- están dispuestos a hacer lo > que sea necesario que nuestro país tenga progreso, bienestar, justicia, > libertad y democracia. > > Adelante, Venezuela, que tus CENTINELAS PERMANENTES no > desmayarán en la protección de este país grande y bello y del noble pueblo > que lo habita. > > > Los Guardia Nacionales de Venezuela > El honor es nuestra divisa |