El submarino Kursk fue hundido por otra embarcación rusa, dice diario
El Kursk en su base en el norte de Rusia, poco antes de su fatídica misión  

 
 

BERLIN -- El submarino ruso Kursk fue hundido por un misil que disparó una embarcación de la armada rusa, dijo el diario alemán Berliner Zeitung en su edición del viernes.

El periódico cita un informe no difundido del servicio de inteligencia interno de Rusia, FSB, que asegura que el Kursk fue averiado por un moderno misil antisubmarino lanzado desde el crucero ruso Pedro el Grande.

El misil estaba equipado con una nueva cabeza teledirigida y se sumergió a 20 kilómetros del crucero, que luego registró una explosión submarina, seguida poco después por otra, informó el Berliner Zeitung.

El diario dijo que el informe del FSB no explica por qué el misil alcanzó al Kursk. Se conjeturaba que ocurrió una falla con el nuevo sistema de armas o que los sistemas defensivos del submarino no pudieron reaccionar porque no identificaron "fuego amigo".

Un comité de investigación especial encabezado por el jefe del FSB, Nikolai Patrushev, presentó su informe al presidente ruso Vladimir Putin el 31 de agosto, dijo el diario alemán.

Muchos funcionarios militares rusos aún insisten en que el Kursk fue embestido por otra embarcación extranjera. Un funcionario naval ruso, quien vio los restos del Kursk, dijo que el submarino estaba limpiamente partido "como con una guillotina".

Andrei Sholojov, comandante ruso del batiscafo Priz, empleado en las operaciones de rescate el mes pasado en el mar de Barents, debió esquivar al Kursk, de 155 metros de largo, antes de intentar acoplarse al submarino averiado.

Cuando el batiscafo se acercó a la sección de la proa, el casco "cayó en un ángulo de 90 grados" y "la nave terminaba allí", afirmó en la edición del jueves del diario ruso Komsomolskaia Pravda. "Como si hubiera sido cortada con una guillotina".

En el lugar del compartimento de torpedos, de unos 20 metros de largo, había solo una masa de caños destruidos y retorcidos, y asomaban placas de acero de lo que quedaba del casco, después de que una o más explosiones destruyeron la proa durante las maniobras del 12 de agosto.

"La sección frontal ya no existe", dijo otro miembro de la tripulación del batiscafo de rescate.

En otras secciones del submarino, habían volado por completo las gruesas placas de acero que formaban la segunda capa de revestimiento del casco, dijo Sholojov.

Durante la operación en busca de posibles sobrevivientes entre los 118 tripulantes, la armada rusa había hablado de una "gran perforación" en la proa causada por explosiones que se escucharon en el punto donde se encontraba el Kursk.

El sumergible averiado se hundió en menos de dos minutos y varó a 108 metros de profundidad en el lecho marítimo de Rusia, bajo aguas árticas.

Expertos occidentales creen que el Kursk se hundió tras un accidente con los torpedos que llevaba a bordo.

Buzos británicos, noruegos y rusos realizarán aperturas en el casco del submarino para tratar de recuperar los cadáveres de los tripulantes.

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