Los gobiernos estadounidense y colombiano acordaron este jueves en Bogotá postergar hasta el próximo enero el inicio de la ofensiva militar contra plantaciones de matas de coca prevista en el llamado Plan Colombia, informaron fuentes oficiales.

La campaña debía ser puesta en marcha este mes, y su aplazamiento fue convenido por el subsecretario adjunto de Defensa norteamericano, Brian Sheridan, y el ministro de Defensa de Colombia, Luis Fernando Ramírez. 

Los funcionarios tomaron la decisión durante un prolongado encuentro que mantuvieron en la capital colombiana, y en el que también participaron altos mandos de las Fuerzas Armadas de este país. 

Sheridan, Ramírez y el jefe de la Policía Antinarcóticos de Colombia, general Gustavo Socha, evaluaron el apartado contra el narcotráfico que centra el Plan Colombia, iniciativa del presidente Andrés Pastrana que tiene un coste de 7.500 millones de dólares. 

La ofensiva será puesta en marcha en enero próximo con 33 de los helicópteros incluidos dentro de la ayuda de Washington al Plan Colombia, dijo a los periodistas el subsecretario de Defensa para Operaciones Especiales y Conflictos de Baja Intensidad de EEUU. 

Las aeronaves son del tipo UH-1H, y son parte de un total de 60 aparatos de la misma naturaleza que la Casa Blanca incluyó dentro de la ayuda de 1.300 millones de dólares que asignó para ese proyecto gubernamental. 

La flotilla apoyará a nuevos contingentes del Ejército adiestrados y equipados por Washington para la lucha antidrogas prevista en el Plan Colombia, que prevé una gigantesca ofensiva en el departamento del Putumayo, en la frontera sur con Ecuador y Perú. 

En esta región existen cerca de 56.000 hectáreas sembradas con matas de coca, que equivalen a cerca de la mitad del área cocalera nacional, y es escenario de una disputa por el control del territorio entre la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y la asociación paramilitar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). 

Después de las gestiones con las autoridades de Defensa, Sheridan se desplazó a la Casa de Nariño, sede gubernamental, donde el presidente Pastrana le impuso la más alta condecoración que concede el país, la Orden de Boyacá en el grado de Gran Oficial. 

El alto cargo norteamericano acudió a la sede gubernamental colombiana junto a los subsecretarios adjuntos de Defensa para el Cumplimiento de la Política de Drogas, Ana María Salazar, y para Asuntos Interamericanos, Pedro Permuy. 

"Hoy, subsecretario Sheridan, los colombianos, a través mío, queremos decirle gracias, muchas gracias por su labor solidaria e inteligente a favor no sólo de nuestro país, sino de la paz, la seguridad y la salud en todo el mundo", expresó el gobernante. 

En la misma ceremonia, los funcionarios Salazar y Permuy recibieron una medalla que otorga el Ministerio de Defensa de Colombia.